Perronillas Jesús Andrés
Productores, Socios
C/ San Sebastián, 59 - CP: 37540 - Fuenteguinaldo
Perronillas Jesús Andrés
Perronillas Jesús Andrés es una empresa familiar ubicada en Fuenteguinaldo que se dedica a la elaboración artesanal de perronillas, un dulce típico de la región. Es una empresa comprometida con la calidad y la autenticidad durante más de 70 años.
Fundada en 1963, ha pasado de generación en generación, transmitiendo la receta original y el cariño por este producto tan especial.
Las Perronillas Jesús Andrés se distinguen por su sabor único e inconfundible, logrado con ingredientes naturales de la más alta calidad, incluyendo el aceite de oliva y sin ningún tipo de aditivo ni conservante.
Ganadores del 2º premio de dulcería artesana de Castilla y León en 2006.
Nuestros principales valores son la tradición, la calidad y el trabajo familiar.
Su sabor te transportará a un mundo donde los sabores del pasado cobran vida en el presente. Cada bocado es una celebración de la artesanía y la frescura, realzado por el distintivo sabor del aceite de oliva.
“En un mundo en el que prima lo rápido por encima de lo elaborado a fuego lento, de lo artificial frente a lo que te da la propia tierra, de la novedad como reclamo en lugar de apostar por “lo de toda la vida… Confiamos en nuestro producto por encima de todas las cosas, porque quien prueba nuestras perronillas se siente como en casa y esa es la sensación con la que nos queremos quedar”.
Fundada en 1963, ha pasado de generación en generación, transmitiendo la receta original y el cariño por este producto tan especial.
Las Perronillas Jesús Andrés se distinguen por su sabor único e inconfundible, logrado con ingredientes naturales de la más alta calidad, incluyendo el aceite de oliva y sin ningún tipo de aditivo ni conservante.
Ganadores del 2º premio de dulcería artesana de Castilla y León en 2006.
Nuestros principales valores son la tradición, la calidad y el trabajo familiar.
Su sabor te transportará a un mundo donde los sabores del pasado cobran vida en el presente. Cada bocado es una celebración de la artesanía y la frescura, realzado por el distintivo sabor del aceite de oliva.
“En un mundo en el que prima lo rápido por encima de lo elaborado a fuego lento, de lo artificial frente a lo que te da la propia tierra, de la novedad como reclamo en lugar de apostar por “lo de toda la vida… Confiamos en nuestro producto por encima de todas las cosas, porque quien prueba nuestras perronillas se siente como en casa y esa es la sensación con la que nos queremos quedar”.